De un total de 39 penales cobrados en las primeras 15 fechas, doce no lograron terminar en la red.
Liepzig, Alemania.- Entre el tiro penal y el gol median tan solo unas milésimas de segundo, suficientes para que al artillero le pasen por la cabeza la presión del éxito, miedo a errar o temor al arquero.
Al revés de como lo enunciaba la película de Wim Wenders, «El miedo del arquero al tiro penal», en la Bundesliga parece prevalecer el miedo del futbolista ante el tiro penal.
De un total de 39 penales cobrados en las primeras 15 fechas, doce no lograron terminar en la red. El escaso 69 por ciento de los penales convertidos durante esta temporada solo se iguala con la de 2006/2007.
El arquero del Bayern Múnich, Jörg Butt, considera que hay que ser cauto con los resultados obtenidos. «Podría ser casualidad. Habría que realizar una observación a largo plazo», dijo y agregó que es muy difícil evaluar números.
Los penales convertidos dependen de circunstancias como por ejemplo cómo va el tanteador. Butt no cree que los arqueros estén mejor preparados para afrontar la situación que los goleadores. «En los últimos años siempre fue así».
Probablemente este resultado tenga que ver con desviaciones propias de la estadística. Esta tabla tiene mayor valor informativo recién al concluir la temporada, cuando se puede promediar la cantidad de penales cobrados con aquellos que fueron convertidos.
El psicólogo deportivo Norbert Hagemann ya había enunciado en el pasado la regla de oro: el artillero debe decidirse lo antes posible hacia dónde direccionar su tiro y lanzarlo allí. Esto no fue siempre lo que sucedió en esta temporada.
Tampoco Manuel Neuer, el arquero del Schalke 04, puede explicarse el resultado de estas estadísticas. «Las considero sorpresivas, ya que en el verano (boreal) las reglas habían sido modificadas a favor de los goleadores. Era de esperarse que hubiera habido más penales convertidos», afirmó Neuer, que se refiere a la autorización para retrasarse en la carrera en la concreción del penal.
Para Torsten Frings el bajo promedio de penales convertidos es casualidad pura. «En mi opinión no hay ningún motivo en especial para que esto sea así», explicó el capitán del Werder Bremen. Algo perplejo se mostró el arquero Tim Wiese. «No me puedo explicar la poca cantidad de penales convertidos en esta temporada», dijo. «Conmigo en el arco siempre fue difícil convertir un penal».
Esta confianza también fue la marca registrada del mejor arquero de la Bundesliga Rudi Kargus. Una investigación de la universidad alemana de Dortmund lo ubicó el año pasado en el primer lugar como arquero en ese país. Y en virtud de un elemento que no puede ser medido en una estadística: el olfato del arquero durante el tiro penal.