El arquero de Boca tiene la fórmula del éxito, pero además, intimida a los ejecutantes desde sus movimientos previos.
Sus números, de por sí, ya atemorizan al rival. A cualquier ejecutante. Por más experiencia y precisión que tenga. Agustín Rossi, en efecto, tiene la fórmula del éxito a la hora de atajar penales. Y lo volvió a demostrar en Brasil, ante Corinthians, evitando la derrota de su equipo. Sin embargo, también tiene un ritual que intimida a los rivales desde el vamos y tiene que ver con sus movimientos previos.
El arquero de Boca, que ya está en la historia como uno de los mayores ataja-penales del club, primero aplaude con sus guantes, mirando fijo a su rival. Y luego, además de alzar y extender sus manos, mostrando cómo cubre así gran parte del arco, hace un movimiento con el cuello, de relajación, que es lo último que termina viendo el ejecutante antes de iniciar su carrera. A partir de ahí, el silencio que también incomoda… Rossi se queda estático. Y luego, saca sus manos mágicas.
El video también muestra, en definitiva, cómo se prepara Rossi para atajar un penal, soltando la tensión del momento, pero también dejándole en claro a su rival que está listo para extender su racha. En el Arena Corinthians, además, supo poner nervioso a Roger Guedes, cuestionándole dónde iba a poner la pelota antes de patear. Y a esto, por supuesto, se le suma el estudio pormenorizado que hace de los ejecutantes adversarios, a partir del trabajo previo con el entrenador de arqueros Fernando Gayoso
Una racha tremenda:
Con el que le tapó a Róger Guedes en Brasil, a Rossi le patearon 44 penales: atajó 13 y desviaron 5. Pero si de esa estadística se toman solo los que sancionaron durante los 90 minutos, como el de Arena Corinthians, sus números son brutales. De 11 penales, atajó seis… El último que logró vencerlo fue Mateo Retegui, de Tigre, por la tercera fecha del torneo de la Liga Profesional de fútbol.
Luego, el arquero se refirió a su aporte, aunque siempre en el mismo tono, lejos de la capa de superhéroe que lo acompaña. «Los penales, más allá de lo que podamos estudiar en la previa, también son circunstancias. Tuve la suerte de adivinar y ayudar al equipo. Ahora quedan 90’ y hay que ser inteligentes, responsables. De local, con la ayuda de nuestra gente, esperemos salga todo bien y podamos pasar de fase”, aseguró el 1.
Para la revancha, claro, Rossi también agigantará su figura en el caso de que la serie ante el Timao, pareja y cerrada como viene, llegue a una definición desde los 12 pasos. Corinthians, por lo pronto, ya tiene un aviso de lo que puede pasar. Y también, cómo es el ritual que devora en la previa a sus ejecutantes.
Fuente: www.ole.com.ar